A través de una propuesta presupuestaria que anunció esta semana, el Presidente Donald Trump continúa sus ataques contra programas vitales para las familias obreras, incluyendo Medicare, Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
Y en vez de invertir en el futuro de nuestro país, busca desinvertir, proponiendo recortes profundos al financiamiento de programas en educación, protección ambiental, prevención de enfermedades y más.
Los beneficiarios de este complot de $4,8 billones no son los hombres ni mujeres “olvidados” de Estados Unidos a quienes Trump prometió defender, sino la minoría rica y las corporaciones: estos recortes presupuestarios son necesarios para pagar la reducción de impuestos de 2017 que benefició al 1% más rico. Dicha reducción de impuestos sigue haciendo crecer el déficit exponencialmente y contribuye a la creciente inequidad de ingresos.
“Una vez más, la administración Trump está proponiendo pagar por el obsequio fiscal que fue otorgado a los multimillonarios a través de un recorte de programas vitales en que dependen las familias obreras para mantener un techo sobre sus cabezas y poner comida en la mesa”, dijo el Presidente de AFSCME Lee Saunders, usando la palabra “cruel” para describir el presupuesto de Trump y haciendo un llamado al Congreso a levantarse en defensa de las familias obreras.
“Conforme se sigue expandiendo la brecha entre el 1% más rico y el resto de la población”, Saunders continuó, “deberíamos mejorar la educación pública, reconstruir nuestra infraestructura dañada y fortalecer los derechos laborales para que los trabajadores tengan una voz en sus lujares de trabajo y puedan pedir mejores salarios, beneficios y condiciones laborales que beneficien a comunidades enteras”.